Cuando tengas una cierta soltura en el ejercicio de la caída estarás listo para montarte en el monociclo. Tu cuerpo ha empezado ya a aprender el peculiar equilibrio de tu máquina, y aunque seguramente no te lo parece estás mucho mejor preparado que antes.

Busca un compañero

No es imprescindible, pero sí altamente recomendable. Búscate a alguien que también quiera aprender. Comparte el monociclo, por ejemplo, y aprended los dos. Disfrutarás más y aprenderás más rápido. De hecho, lo ideal es que busques dos personas, especialmente si eres relativamente grande, porque el trabajo del compañero es aguantarte. (Y darte apoyo, y reírse contigo).

Es posible adaptar todos los ejercicios para hacerlos en solitario, reemplazando los compañeros con vallas, árboles o farolas, pero no es tan eficiente ni tan divertido.

Cómo aguantar — el trabajo del compañero

Cuando estés ayudando alguien a aguantarse sobre el monociclo tienes que intentar tener el mínimo efecto posible. Ayúdale a equilibrarse hacia los lados, pero no hacia adelante ni hacia atrás. Intenta hacer poca fuerza, y seguirle de forma que no le provoques posiciones forzadas.

La posición de partida

Pon las bielas de forma que una de ellas apunte hacia abajo y ligeramente hacia ti, el pie en el pedal más bajo, la rueda delante, y el sillín en su sitio, en la misma posición de partida del ejercicio de caída. Es posible que te ayude poner una madera tras la rueda. Juan Manuel ayudándome a subir.

Dale la mano a un compañero. Empuja con el pedal hacia abajo; verás que la rueda tiende a ir hacia ti. Date un poco de impulso con el pie que tienes en el suelo, y sube al monociclo. Lleva, esta vez sí, el pie que tenías en el suelo a su pedal.

Quédate un momento quieto, intentando equilibrarte, y avanza hasta que las bielas queden horizontales. Equilíbrate. Aguanta un poco. Fíjate en tu postura: tienes que estar erguido, con la vista al frente, sin agachar la cabeza. Fíjate en dónde cargas el peso: tienes que notar que estás sentado en el sillín, y no con el peso en las piernas. Baja, dejándote caer hacia adelante.

El equilibrio en el monociclo

La clave del equilibrio del monociclo está en los pedales. Con este ejercicio lo puedes empezar a experimentar: cuando pedaleas ligeramente hacia adelante, el monociclo avanza, y tú tiendes a quedarte atrás. Cuando pedaleas ligeramente hacia atrás, el monociclo retrocede, y tú tiendes a quedarte delante.

La inversa también es cierta: cuando tú caes hacia adelante, pedalear hacia adelante hará que el monociclo avance hasta ponerse debajo tuyo. Cuando caes hacia atrás, pedalear hacia atrás hará que el monociclo retroceda y se te ponga debajo.

El equilibrio del monociclo estriba sólo en eso: en conseguir mantenerlo siempre debajo tuyo.

La posición estable de las bielas

Con las bielas horizontales (los dos pies a la misma distancia del suelo) tienes el máximo control. Puedes pedalear hacia adelante y hacia atrás fácilmente, y mantener el equilibrio. La posición de bielas verticales es siempre de paso: es inestable, y no te permite controlar.

Todos los ejercicios se basan en mantener las bielas horizontales.