Cuando ya has aprendido a subir con la ayuda del compañero (o, idealmente, de los compañeros) puedes pasar al siguiente ejercicio: dar tus primeros pasos en monociclo.
¿Cuánto tardaré en aprender?
La velocidad de progresión en el aprendizaje depende mucho de tu habilidad. Para que te hagas una idea, hay quien en la primera sesión aprende a caer y a subir y empieza a practicar sus primeros pasos, pero también hay quien tarda varios días en conseguir subirse. Lo importante es seguir adelante: aunque pueda no parecértelo, tu cuerpo está aprendiendo y cualquier día te sorprenderá.
La fase de los primeros pasos requiere más tiempo que las anteriores: no quieras ir demasiado deprisa, porque es fundamental que dejes que tu cuerpo se habitúe poco a poco al equilibrio del monociclo.
Los compañeros
Igual que cuando aprendías a subirte, tener un compañero o dos que te echen una mano hará que avances más deprisa y que te lo pases mejor. Aunque no lo parezca, el monociclismo es un deporte de equipo. Plantéate compartir tu monociclo con ellos para que también aprendan, y tal vez tendrás compañía para salir a pasear en monociclo más adelante.
Primero sube y ponte cómodo
Sube con la ayuda de tus compañeros, asegúrate de que tienes
las bielas horizontales, y ponte cómodo.
Repasa mentalmente tu postura: el peso está sobre el sillín; los pedales a la misma altura, aguantando una ligera presión de los pies; el tronco erguido, la cabeza levantada y mirando al frente.
Mueve ligeramente los pedales adelante y atrás, balanceándote. Fíjate en cómo te mueves. Fíjate en la fuerza que tus compañeros hacen para sostenerte: intenta minimizarla.
Pedalea media vuelta y párate
Avanza dando media vuelta a los pedales. Párate cuando las
bielas estén horizontales de nuevo, y recupera el equilibrio.
Es importante que no pares con las bielas verticales, porque
es una postura inestable. Fíjate otra vez en tu postura, y
en la fuerza que hacen tus compañeros sobre ti.
Repite: media vuelta de los pedales, parándote cuando las bielas vuelvan a pasar por la horizontal, recupera el equilibrio, y repite de nuevo. Tus compañeros siguen dándote las manos, andando junto a ti.
Éste es el ejercicio fundamental: practícalo hasta que la mejora sea obvia. Media vuelta, parar; media vuelta, parar; equilibrar cada vez que pares, con las bielas horizontales, recuperando la compostura.
Notarás que, con la práctica, cada vez requieres menos de tus compañeros, que tienen que hacer menos fuerza para sostenerte. Te encontrarás más cómodo, hasta que llegue el momento en que el ejercicio te resulte sencillo.
Pedalea una vuelta y párate
Cuando ya seas capaz de pedalear una vuelta y pararte con una cierta naturalidad puedes pasar a la siguiente fase: da una vuelta de los pedales completa antes de pararte. Equilibra y repite.
No tengas prisa en pasa al siguiente ejercicio: aunque pueda no parecerlo, estás construyendo la base. Si ésta es sólida, los siguientes pasos serán mucho más sencillos.