Cuando ya eres capaz de ir de la mano con naturalidad soltándote de vez en cuando ha llegado el momento de empezar a ir solo de verdad.

Los compañeros

Aunque si te han seguido hasta aquí seguramente ya no lo querrán dejar, en esta etapa el compañero es menos necesario. Te irá bien tenerlo, pero también te apañarás con un árbol o una farola.

Empieza avanzando de la mano

Sylvia va sola. Sube, sitúate, fíjate en que tu postura sea correcta, y avanza un poco de la mano del compañero, tal como lo hacías en el ejercicio anterior. Asegúrate de que vas erguido.

Cuando hayas avanzado un poco y te sientas estable deja la mano de tu compañero, y avanza solo todo lo que puedas.

Seguramente te caerás pronto: vuelve a intentarlo. A veces te caerás en cuanto te sueltes, y a veces darás tres o cuatro vueltas de pedal antes de caerte. No te preocupes y sigue probando. Ésta es una etapa de porcentajes: a lo mejor consigues hacer un tramo largo en promedio una vez de cada diez, así que si te caes en cuanto sales simplemente vuelve a intentarlo. Tal vez tengas la tentación de correr más para llegar más lejos. No lo hagas.

Hasta que una vez harás un tramo mucho más largo que todas las otras, sin saber por qué. Serán diez, quince metros, y tendrás la increíble sensación de haberlo conseguido. A partir de aquí la progresión será muy rápida. Sigue probando, y te pasará cada vez más a menudo, y alguna vez saldrán tramos más largos, 30, 40 ó 50 metros. Pronto podrás ir tan lejos como quieras.